La prostatitis se considera una enfermedad de hombres mayores, pero hoy en día se detecta cada vez más en hombres menores de 50 años. Mucha gente piensa que la enfermedad se desarrolla «de repente», pero en realidad, es un proceso gradual, y los pacientes acuden al médico cuando la prostatitis se convierte en crónica, y es más difícil de tratar.
Un diagnóstico a tiempo de la enfermedad ayudará a mejorar el resultado del tratamiento. ¿Es posible reconocer la prostatitis a tiempo, y qué cambios en la salud no deben dejarse sin atención? Hemos preparado para ti una guía completa sobre esta enfermedad.
¿Qué es la prostatitis?
La prostatitis es una enfermedad en la que se desarrolla una inflamación en la glándula prostática acompañada de síntomas marcados del aparato genitourinario. La función de la glándula prostática es producir las secreciones necesarias para la actividad normal de los espermatozoides. La infección de este órgano puede provocar infertilidad masculina: hasta un 20% de los casos de infertilidad son consecuencia de una inflamación crónica de la próstata.
La prostatitis puede estar causada por ciertos tipos de bacterias, y los agentes infecciosos pueden clasificarse como patógenos oportunistas que se activan cuando el sistema inmunológico se encuentra debilitado. La prostatitis puede ser aguda o crónica cuando la infección no se cura por completo y reaparece periódicamente.
Prevalencia de prostatitis
Hoy en día, alrededor del 10 % de los hombres en América del Norte, Europa y Asia padecen prostatitis crónica y el 15 % ha experimentado síntomas de la enfermedad al menos una vez en la vida. La prostatitis crónica es un problema grave debido a la relación entre ella y el cáncer de próstata o la hiperplasia prostática benigna.
Según otra revista, en España, el número de hombres con prostatitis es aproximadamente del 8,2%.
La prevalencia de la enfermedad aumenta con la edad, y la mayoría de los casos de prostatitis se encuentran en hombres mayores de 70 años. España tiene un alto número de casos en este grupo de edad (63%). Entre los jóvenes españoles, de 20 a 29 años, la prostatitis se presenta en menos del 5% de los hombres.
Formas de prostatitis
Si bien la prostatitis afecta a la glándula prostática, puede manifestarse de diferentes maneras, dependiendo del tipo de enfermedad. La prostatitis puede ser:
- Bacteriana (aguda o crónica)
- Crónica no bacteriana
- Inflamatoria asintomática
La terapia es más adecuada para la forma aguda de la enfermedad, porque en la etapa crónica, hay cambios significativos en la glándula prostática. Al mismo tiempo, cada tipo de prostatitis tiene por sus propias características.
Bacteriana aguda
La prostatitis bacteriana aguda se caracteriza por un rápido desarrollo con síntomas dolorosos del aparato urinario. Esta forma de la enfermedad es menos frecuente que otras, y pueden padecerla hombres de cualquier edad. El inicio de la enfermedad va acompañado de un dolor agudo en la región pélvica, por lo que es difícil no darse cuenta. La glándula prostática inflamada aumenta de tamaño y es fácilmente palpable mediante el tacto rectal.
Bacteriana crónica
Como cualquier enfermedad crónica, la prostatitis crónica se caracteriza por infecciones recurrentes causadas por bacterias. Por lo general, se produce una remisión tras la terapia antibiótica, pero al cabo de un tiempo se produce una exacerbación. La sintomatología de la prostatitis crónica es similar a la de la enfermedad aguda, pero los síntomas son menos pronunciados. La forma crónica de la prostatitis no es completamente curable, pero el tratamiento regular y el control necesario pueden mejorar significativamente el estado de la próstata.
Crónica no bacteriana
La forma no bacteriana de la enfermedad se detecta con mayor frecuencia y es similar en sintomatología a la prostatitis bacteriana crónica. La causa exacta de la enfermedad es difícil de determinar, por lo que el tratamiento se reduce a controlar los síntomas. La prostatitis no bacteriana, o «síndrome de dolor pélvico crónico», puede reducir considerablemente la calidad de vida del hombre. El diagnóstico se basa en la detección de leucocitos en la orina o el semen. La enfermedad puede aparecer y desaparecer.
Inflamatoria asintomática
Como su nombre indica, una característica de esta forma de la enfermedad es la ausencia de síntomas, por lo que los hombres no acuden al médico y la enfermedad progresa. En ocasiones puede haber alguna molestia, pero no causa muchos problemas. Lo más probable es que la causa de la prostatitis inflamatoria asintomática sean factores como:
- El trabajo, durante el cual la glándula prostática está expuesta a influencias negativas con la vejiga llena.
- Cambios anormales en el tracto urinario.
- Agentes infecciosos específicos.
Causas básicas de la prostatitis
Las causas del desarrollo de las distintas formas de prostatitis son diferentes. La forma bacteriana está causada por microbios que penetran en la uretra y el aparato genitourinario. Además, la microflora patógena puede penetrar por el ano. Los agentes causantes de la prostatitis bacteriana incluyen tanto microorganismos oportunistas, como E. coli o staphylococcus aureus, como otras bacterias, como las que causan las ETS (clamidia, tricomonas, herpes, etc.).
Las formas no bacterianas de prostatitis tienen otras causas. La enfermedad puede deberse a:
- Actividad física insuficiente
- Aumento del esfuerzo físico
- Trastornos autoinmunes
- Síndrome muscular doloroso en la zona pélvica
- Trastornos psicoemocionales
Las formas bacterianas de la enfermedad se dan con mayor frecuencia en hombres jóvenes menores de 35 años. En los hombres mayores, la enfermedad suele deberse a otras causas, y el riesgo de desarrollarla aumenta. Un estilo de vida saludable es de gran importancia para prevenir la enfermedad.
Factores de riesgo
Dependiendo del tipo de prostatitis (bacteriana y no bacteriana), existen determinados factores de riesgo. En el caso de la prostatitis bacteriana, éstos pueden incluir:
- Cualquier foco de infección en el cuerpo
- Relaciones sexuales ocasionales
Dependiendo del tipo de infección, las bacterias pueden entrar en la próstata con el flujo linfático (estomatitis, rinitis, caries) o a través de la uretra (tricomoniasis, herpes, clamidia).
En la prostatitis no infecciosa, la causa de la inflamación es una violación de la microcirculación y la acumulación de secreción de la próstata causada por la congestión en la pelvis. El desarrollo del proceso inflamatorio también puede conducir a lo siguiente:
- Hipotermia
- Traumatismo perineal
- Estreñimiento crónico
- Hemorroides
- Relaciones sexuales irregulares
- Tabaquismo y consumo de alcohol
- Diabetes y otras enfermedades crónicas
- Dieta poco saludable
¿Cuáles son los síntomas de la prostatitis?
Independientemente de la causa de la enfermedad, la prostatitis se caracteriza por síntomas similares, que se pueden dividir en:
- Síntomas en la parte del sistema urinario
- Síntomas dolorosos
- Síntomas sexuales
Los síntomas del sistema urinario incluyen:
- Sensación de vaciado incompleto de la vejiga
- Micción frecuente por la noche
- Disminución de la fuerza del flujo
- Goteo prolongado de orina al final de la micción
Los síntomas dolorosos en la prostatitis incluyen:
- Molestias en el escroto y la ingle
- Dolor en el perineo
- Dolor en el coxis
- Molestias en el ano y la vejiga
Los síntomas sexuales comunes de la prostatitis son:
- Disminución de la libido
- Erección insuficiente
- Eyaculación precoz o dolorosa
- Sangre en el semen
- Disminución de la fertilidad
La prostatitis bacteriana (crónica y aguda) se caracteriza principalmente por síntomas genitourinarios, mientras que la prostatitis no bacteriana se caracteriza principalmente por síntomas dolorosos. La prostatitis asintomática sólo puede detectarse durante la exploración y se manifiesta por la inflamación de la próstata y la presencia de leucocitos en la orina. Al mismo tiempo, cualquier forma de la enfermedad puede ir acompañada de los síntomas anteriormente mencionados de gravedad variable.
Complicaciones de la prostatitis
Dado que la glándula prostática está conectada con otros órganos del sistema genitourinario, una prostatitis desatendida puede provocar el desarrollo de enfermedades relacionadas. En algunos casos, pueden ser incluso mortales. Las complicaciones más comunes son:
- Cistes y cálculos en la próstata
- Disminución de la libido
- Trastornos hormonales;
- Disfunción eréctil
- Infertilidad
- Adenoma de próstata
- Cáncer de próstata
La única forma de evitar las complicaciones de la prostatitis es mediante un tratamiento adecuado y un monitoreo médico regular. A partir de los 40 años, se recomienda someterse a exámenes preventivos periódicos de la glándula prostática.
Diagnóstico de la prostatitis
Dado que los síntomas de la prostatitis son similares a los de otras enfermedades del aparato genitourinario, el diagnóstico se realiza en varias etapas.
Entrevista y recopilación de anamnesis
Durante la visita, el médico te preguntará por tus síntomas y si tus familiares han tenido algún problema similar. También recopilará información sobre sus antecedentes médicos y te realizará un examen general.
Examen palpo-rectal
Necesario para conocer el tamaño de la próstata. A través de él, el médico comprobará su agrandamiento, así como su dolor y otras anomalías de la próstata. Este examen suele realizarse sin anestesia y causa pocas molestias.
Ultrasonido
Para diagnosticar la prostatitis, el médico prescribe una ecografía transrectal, que permite evaluar mejor los cambios en la próstata. Durante el procedimiento, el sensor se introduce a través del recto.
Pruebas urodinámicas
Se utilizan para evaluar la función de la vejiga y la uretra. Tienen por objeto determinar la capacidad de la vejiga para llenarse, retener la orina y vaciarse completamente. Normalmente, las pruebas urodinámicas incluyen:
- Uroflujometría (medición de la velocidad a la que la vejiga excreta orina).
- Determinación del volumen residual de orina en la vejiga tras la micción.
Análisis de laboratorio
Los siguientes análisis de laboratorio se utilizan en el diagnóstico de la prostatitis:
- Análisis de orina
- Análisis de sangre
- Cistoscopia
- Biopsia de próstata
- Análisis de semen
Tras superar todas las etapas del diagnóstico, el médico recibe suficientes datos para determinar el tipo de enfermedad y prescribir el tratamiento.
Características del tratamiento de la prostatitis
La elección del tratamiento depende del tipo de enfermedad y de las causas que la provocan. El tratamiento de la prostatitis bacteriana, tanto aguda como crónica, implica el uso de antibióticos.
En el caso de la prostatitis bacteriana aguda, el tratamiento suele durar entre 6 y 8 semanas, y se utilizan dosis más altas de antibióticos. También se recomiendan cambios en la dieta, como:
- Beber más líquidos (hasta 3,5 litros al día)
- Eliminar los productos que irritan la vejiga (comida picante, café, alcohol, etc.)
Si comienzas el tratamiento a tiempo, la prostatitis bacteriana aguda puede curarse por completo. De lo contrario, la enfermedad puede evolucionar a una forma crónica.
En la prostatitis bacteriana crónica se utilizan dosis menores de antibióticos, y la duración del tratamiento puede ser de hasta 6 meses. También se recomienda cambiar la dieta y beber más líquidos. Además de los antibióticos, el médico puede prescribirte alfabloqueantes para evitar la retención urinaria. A veces puede realizarse una intervención quirúrgica para mejorar la salida de la orina.
En el caso de la prostatitis crónica no bacteriana, el tratamiento va dirigido a eliminar el síndrome de dolor y la inflamación. Para ello se utilizan:
- Miorrelajantes
- Neuromoduladores
- Inhibidores de la 5-alfa-reductasa
- Antiinflamatorios no esteroideos
También se utilizan terapias alternativas, que incluyen:
- Ejercicios terapéuticos
- Terapia de calentamiento (baños, calentamiento local)
- Terapia miofascial para la relajación
En el tratamiento de la prostatitis asintomática, el médico elige el tratamiento en función de los resultados de las pruebas y del estado de la próstata.
Prevención
Para prevenir la prostatitis, los especialistas recomiendan reconsiderar tu estilo de vida. La prostatitis crónica no bacteriana se produce debido a la congestión en la zona pélvica, por lo que las mejores formas de prevenirla son:
- Aumentar el nivel de actividad física
- Abandonar los malos hábitos
- Reducir el nivel de estrés
- Revisión de la dieta
La prevención de la prostatitis bacteriana consiste en deshacerse de los focos de infección en el organismo. También se debe observar la higiene sexual, evitando el sexo casual, que puede causar enfermedades de transmisión sexual.
Un paso importante en la prevención de la enfermedad son los exámenes médicos regulares, durante los cuales puedes detectar la prostatitis en una etapa temprana, lo que aumentará la probabilidad de éxito del tratamiento.
Conclusión
La prostatitis afecta a millones de hombres en todo el mundo. La enfermedad puede tener diferentes causas, en función de las cuales se distinguen: prostatitis bacteriana y no bacteriana. Además, la patología puede tener una forma aguda o crónica. El diagnóstico de la enfermedad se realiza en varias etapas, lo que te permite elegir el mejor tratamiento en cada caso.
Aunque la probabilidad de desarrollar prostatitis aumenta con la edad, existen formas de prevenir esta enfermedad, como la higiene sexual, los cambios en el estilo de vida y el abandono de los malos hábitos. Si tienes más de 40 años, hazte revisiones periódicas.