Casi todos los hombres, casi sin pensárselo dos veces, responderán que la zona erógena más sensible es la cabeza del pene. No es de extrañar, ya que es rica en terminaciones nerviosas, que el efecto que alcanza el impacto sobre ella al límite de la excitación es seguido por la eyaculación. Sin embargo, hay casos en que la actividad de estas terminaciones nerviosas es muy alta, y entonces se puede decir con certeza que el problema es conocido por muchos hombres – glande sensible. Las formas de esta patología afectan hasta un 20 – 30% de los hombres, provocando una serie de problemas: malestar, incapacidad para prolongar el acto sexual, problemas psicológicos en forma de estrés prolongado, conflictos entre parejas, pérdida de autoestima, y la adquisición de un conjunto de complejos.
Posibles causas del pene sensible
En la mayoría de los casos, la causa fundamental de un pene sensible es una característica masculina individual innata y también una anomalía caracterizada por el número excesivo de terminaciones nerviosas en la cabeza del pene y las peculiaridades de su ubicación. Según los estudios, la disfunción eréctil (DE) derivada de factores neurológicos surge debido a cambios en las vías nerviosas autonómicas y somáticas, o a una combinación de ambas, e implica a componentes cerebrales que desencadenan el proceso de erección.
Las causas no menos raras de la sensibilidad del glande son factores fisiológicos en el fondo de todo tipo de problemas psicológicos, influencias irritantes locales, traumatismos del pene, infecciones urogenitales, así como enfermedades como la balanitis y la fimosis.
Traumatismos en el pene
Los traumatismos en el pene le causan muchos problemas a los hombres. No pone directamente en peligro la vida, pero puede privar total o parcialmente de su función al órgano, afectar a la calidad de la vida íntima y causar infertilidad, erecciones débiles o sensibilidad en el glande.
Los traumatismos peneanos pueden producirse debido a contusiones, quemaduras, heridas, golpes en la zona inguinal, práctica infructuosa de ejercicios, relaciones sexuales bruscas y sus formas no convencionales, acompañadas de una violación del proceso de llenado del órgano con sangre. Las lesiones traumáticas son acompañados por una fractura del pene, rotura del frenillo, o la vaina blanca con la posterior formación de extensas contusiones.
El tratamiento prematuro con ayuda médica permitirá restaurar la estructura anatómica de la estructura afectada del pene y preservar su actividad funcional y la sensibilidad normal.
Balanitis
A menudo, la sensibilidad del glande es un síntoma de balanitis, una enfermedad caracterizada por la inflamación de la cabeza del pene. La balanitis tiene diversos factores desencadenantes: diabetes mellitus, infecciones bacterianas y víricas, pielonefritis, uretritis, traumatismos, higiene inadecuada y humedad excesiva entre el pene y el prepucio, que crea las condiciones más cómodas para la reproducción de microorganismos patógenos.
Con la balanitis se observa el siguiente cuadro clínico:
- Aumento de la temperatura corporal
- Enrojecimiento e hinchazón de la cabeza del pene
- Glande sensible
- Ardor y picor desagradables
- Erosiones que se convierten en úlceras
- Placas rosadas y marrones
- Sensación constante de debilidad y fatiga intensa
No buscar atención médica a tiempo puede conducir a la cronicidad de la balanitis con todas sus desagradables consecuencias.
Infecciones urinarias
Las estadísticas confirman que al menos el 12% de los hombres sufrieron al menos una vez en su vida un episodio de infección urinaria sintomática. Debido a las diferencias en la estructura anatómica de las enfermedades del tracto urinario en los hombres aparecen ligeramente diferente que en las mujeres, ya que, además de los signos comunes, también existen aquellos que son exclusivos del sexo fuerte. Los síntomas más comunes de las infecciones urinarias son:
- Ganas frecuentes de orinar
- Enturbiamiento y cambio en el olor de la orina
- Dolor en la zona inguinal, una fuerte sensación de ardor al orinar
- Sensación de vaciado insuficiente de la vejiga
- Secreción anormal de la uretra
- Glande sensible
- Hinchazón del escroto
- Erupción en el pene
- Aumento de la temperatura corporal
- Pérdida de apetito
- Malestar general
El diagnóstico de laboratorio desempeña un papel importante en la identificación del tipo y el estadio de la infección urinaria, lo que permite al médico tratante elaborar un plan de acción ulterior.
Fimosis
La sensibilidad del glande es también uno de los síntomas del estrechamiento de las estructuras epidérmicas del prepucio del pene, que en medicina se denomina fimosis, y al que se enfrentan, en promedio, alrededor del 3% de los hombres. La fimosis restringe el movimiento del prepucio del pene y a veces lo hace imposible en absoluto. Entre las principales causas de la patología – un factor hereditario y el desarrollo anormal del tejido conectivo.
Es importante destacar que, hablando de la fimosis como una patología, debemos considerar sólo los representantes masculinos adultos, ya que la gran mayoría de los niños recién nacidos padecen fimosis fisiológica inherente, que durante los primeros años de vida se elimina por sí misma y no requiere ninguna intervención.
Una consulta inicial con un urólogo o andrólogo ayudará a determinar la causa exacta de la fimosis y desarrollar una estrategia terapéutica eficaz.
Glande sensible y sexo: ¿cuál es la relación?
No es ningún secreto que una vida sexual plena permite conservar la salud física y mantener la estabilidad del estado psico-emocional. El nivel de sensaciones que un hombre experimenta durante las relaciones sexuales depende de la sensibilidad de su pene, pero cuando se sale de la norma y se vuelve demasiado alta, existe un problema relacionado: la disfunción eréctil. Se caracteriza por erecciones debilitadas, duración reducida del coito, eyaculación precoz, orgasmos débiles o su ausencia total.
Si hablamos de eyaculación, desde un punto de vista médico, es prematura si se produce en el minuto siguiente o anterior a la penetración en la vagina. El problema hace que los hombres sientan su propia inferioridad, y experimenta una tensión psico-emocional constante. Los hombres no consiguen relajarse plenamente durante el coito y, con el tiempo, empiezan a negarse cada vez más a mantener relaciones íntimas.
¿Cómo se puede solucionar el problema del pene sensible?
Existen dos formas principales de resolver el problema del pene sensible: la quirúrgica y la farmacológica. La elección de uno u otro depende de la enfermedad previa, los resultados del diagnóstico y el programa de tratamiento establecido exclusivamente por el médico tratante.
El resultado a largo plazo y la alta eficacia en la lucha contra la alta sensibilidad del pene queda demostrada por la denervación selectiva microquirúrgica. Se trata de una intervención quirúrgica en la que se realiza una pequeña incisión cerca de la cabeza. A continuación, mediante instrumentos quirúrgicos especiales, se cruzan las ramas del nervio que inerva el glande. Aislar completamente todos los nervios de la circunferencia sólo es posible durante la circuncisión, por lo que suele realizarse junto con la denervación. Si un hombre tiene un frenillo acortado, se le propone su disección – frenulotomía.
Los métodos medicinales para resolver el problema del pene sensible no son menos eficaces. Por lo general, se prescriben a los pacientes varios grupos de fármacos:
- Medios que bloquean el trabajo de los impulsos nerviosos.
- Medios que alivian la tensión psicológica.
- Estimulantes de la erección (Viagra, Levitra, Cialis, Spedra).
- Fármacos tópicos: aerosoles, cremas y geles con anestésicos para suprimir las reacciones de la sensibilidad del pene.
Otro método comúnmente practicado para reducir la sensibilidad del pene es el autocontrol. En este caso, los hombres deben aprender a controlar la eyaculación. Cuando se acerque el momento del orgasmo, debes detener la fricción, respirar profundamente y exhalar, tras lo cual disminuirá el grado de excitación.
Para saber qué método de tratamiento ayudará a combatir el problema con mayor eficacia, es importante no ignorar los síntomas y ponerse oportunamente en contacto con especialistas para determinar la etiología y los factores provocadores. Sólo sobre la base del diagnóstico, el médico tratante podrá elegir las mejores formas de tratar la patología.
Conclusión
Glande sensible – una plaga moderna de naturaleza adquirida y congénita entre un gran número de la población masculina. En casi todos los casos, la alta sensibilidad de la cabeza del pene no se considera una patología independiente, sino una dolencia concomitante, que se caracteriza por síntomas típicos y un cuadro clínico determinado.
Es importante que todo hombre comprenda que el problema de un pene sensible debe abordarse únicamente en colaboración con especialistas altamente calificados, excluyendo cualquier medio de autotratamiento. De lo contrario, el riesgo de agravamiento de la situación y su transición a una afección crónica es significativamente alto.
